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Detectan los signos de alzhéimer más tempranos jamás observados

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Dos estudios publicados esta semana en la revista The Lancet Neurology describen el hallazgo de los signos de alzhéimer más tempranos observados hasta ahora. El descubrimiento se ha hecho en pacientes con un tipo concreto de alzhéimer precoz y hereditario, en el que aparece mutado el gen PSEN1.

Una de las razones de los fracasos de algunos tratamientos puede ser el hecho de que estos se aplican cuando empiezan a aparecer los síntomas y el sistema nervioso está ya demasiado dañado.

Por eso, si los investigadores pudieran identificar con fiabilidad las señales antes de que aparezcan los síntomas, se podrían desarrollar ensayos clínicos más eficaces y se podría avanzar en la prevención de la enfermedad.

En uno de los estudios se analizaron diversos parámetros en 44 individuos de entre 18 y 26 años, de los cuales 20 tenían la mutación y 24 no. Los autores encontraron diferencias notables en la estructura y la función cerebral. Los portadores de la mutación mostraron más actividad en el hipocampo y tenían menos materia gris en ciertas áreas del cerebro.

Altos niveles de proteína β-amiloide
Además, el análisis del líquido cefalorraquídeo mostró que los individuos con la mutación producían mayor cantidad de la proteína β-amiloide, implicada en el depósito de placas amiloides en el cerebro que están asociadas con la degeneración de las estructuras neuronales.

Las placas amiloides suelen aparecer entre 10 y 15 años antes del comienzo de la enfermedad y son el principal marcador de alzhéimer, pero este estudio identifica altos niveles de la proteína antes de que las placas se depositen en el cerebro, y por lo tanto mucho antes de que aparezca la enfermedad.

Eric Reiman, del Banner Alzheimer Institute of Arizona, y uno de los autores del estudio, afirma que estos resultados “sugieren que los cambios en el cerebro comienzan muchos años antes del comienzo clínico del alzhéimer, e incluso antes de que empiecen a aparecer los depósitos amiloides”.

“Esto arroja nuevas preguntas sobre los cambios cerebrales más tempranos implicados en el alzhéimer y sobre la medida en que estos podrían ser objetivo de futuras terapias de prevención”, añade el investigador.

En el segundo estudio, desarrollado por el mismo grupo de científicos, se buscaron depósitos amiloides en los cerebros de personas con la mutación en el gen PSEN1 y se descubrió que las placas comienzan a formarse cuando los individuos tienen algo menos de 30 años.

Adam Fleisher, que ha liderado esta segunda investigación, señala que estos descubrimientos “ayudarán a sentar las bases para la evaluación de los tratamientos que prevengan el alzhéimer familiar y a comprender las etapas tempranas de los tipos de alzhéimer no precoces, más comunes”.

Fuente: larazon.es

El ejercicio es más efectivo que la dieta para combatir el Alzheimer

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De sobra sabemos que el ejercicio físico aporta numerosos beneficios a nuestro organismo. En 2012, cuando conmemoramos el Año Europeo del  Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional, las autoridades comunitarias están poniendo en marcha políticas encaminadas al fomento de la actividad física de cara a favorecer una mejora de la calidad, y cantidad, de vida  para las personas de edad avanzada. No se trata solo de dar más años a la vida, sino de dar más vida a los años.

En esta línea de  trabajo, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kioto, en Japón, ha publicado recientemente un estudio en el que demuestran los beneficios que tiene el ejercicio físico para combatir la Enfermedad de Alzheimer.

Para la investigación, dirigida por Ayae Kinoshita, los científicos compararon en tres grupos de modelos de ratones con Enfermedad de Alzheimer los efectos de una dieta controlada, del ejercicio voluntario y de una dieta controlada más ejercicio.

Los resultados de este trabajo demuestran que la actividad física es más beneficiosa que la dieta de cara a reducir la formación de la proteína beta-amiloide en el cerebro y también en la restauración de la pérdida de memoria inducida por una dieta alta en grasas animales.

Además, estos investigadores descubrieron que el efecto de la dieta más el ejercicio no era mucho más significativo que el de la práctica deportiva por sí sola.

Fuente: cuidadoalzheimer